martes, 13 de noviembre de 2012

"No. No estoy bien"

"No pasa nada, estoy bien."

No, no estás bien. Te han hecho daño, y por muy pequeño que este haya sido, no estás bien. No estás bien porque te has hundido por dentro y ni siquiera tienes palabras para decirlo. No estás bien porque no puedes ni comer, ni dormir, y sientes que ni siquiera puedes respirar. 

No estás bien porque lloras cada vez que piensas lo que has perdido y lo que nunca tendrás. Porque sonríes falsamente cuando te preguntan cómo estás. Porque te aíslas en los únicos pensamientos que ocupan tu cabeza durante todo el día sin saber que ocurre a tu alrededor. 

No estás bien porque sientes que nadie puede entenderte, porque no tienes a quién contárselo. No estás bien porque incluso te da vergüenza que sepan lo que te ocurre, porque ha pasado tanto tiempo que te tomarían por loco si dijeses que aún te afecta. 

No estás bien porque ya no vas a poder decir lo que pensabas a alguien. No estás bien porque piensas que nadie va a sentir por ti lo que tú sentiste una vez, porque piensas que nadie va a hacer por ti lo que tú hiciste por ellos. No estás bien porque sabes que te van a hacer daño. No estás bien porque eres demasiado para alguien y aún así te considera inferior.
No estás bien porque a pesar de tener unas sonrisa en la cara, te puede llorar hasta el corazón.

No, no estás bien. Te acaban de hacer daño, aunque sea una aguja comparada con un puñal, pero te ha hecho daño. Aunque tan solo sea una mala contestación o una pelea con orgullo, pero es la guinda del pastel, la gota que colmó el vaso. Que sí, que no es nada, pero aunque esto pueda estar mal, si quieres explotar, explotas. Y si quieres llorar, lloras. Y si te quieres enfadar, te enfadas. Porque tienes todo el derecho del mundo a coger toda esa montaña de mierda y tirarla por la ventana de una vez. 

Y que lo primero que puede ayudarte a dar el primer paso para cambiar todo eso es decirlo: "No. No estoy bien".